Cualquier lector puede pensar a bote pronto, como lo hice yo mismo, que no hay… iba a decir “muchas”… Que apenas hay películas que hablen de este tema y que las que pueda haber serán de segunda fila o no tratarán el asunto como tema primordial, incurriendo una vez más, en la continua invisibilización de la vejez de Lesbianas, Gays, mujeres y hombres Transexuales y Bisexuales tan habitual no solo en el mundo “despiadado”, entre comillas muy irónicas, del cruising masculino gay sino a todos los niveles.

¿Pero si os recuerdo: Muerte en Venecia? Efectivamente esta maravillosa obra de arte de Luchino Visconti habla de la belleza pura e inalcanzable pero esa belleza se encarna en un joven adolescente observada con adoración por otro hombre al que se le va la vida. ¿Es el final el que observa al principio? ¿Es la decadencia la que mira al frescor? ¿Es la madurez la que mira a la juventud? ¿Es la sabiduría la que mira a la inconsciencia? Todo es posible, pero es un hombre viejo el que se queda prendado de otro. Obra sin duda de primera fila en la Historia del Cine, con “tema” durante todo su metraje. Exquisita, intelectual, filosófica, elitista…
¿Y si os hablo de esa divertida comedia llamada La jaula de las locas? Obtuvo los Globos de Oro en 1980 a la mejor película extranjera y el National Board of Review en 1979. Su protagonista Michel Serrault ganó los premios Cesar al mejor actor y David de Donatello al mejor actor extranjero consiguiendo ser nominada a tres Oscars. ¿Y de qué trataba? De una pareja de homosexuales tan “madura” que el lío de la película es la boda de su hijo. En toda la trama el tema de la edad avanzada de sus protagonistas está presente.

¿Y qué hay de la iconizada Priscilla reina del desierto? ¿No trata de dos personas trans maduras que protegen o encaminan con su experiencia a otro más joven? En A un dios desconocido de Jaime Chávarri, José, un mago homosexual de 50 años, siente la necesidad de volver al lugar de su niñez donde los fascistas asesinaron a su padre. 80 egunean es un delicioso film donde dos mujeres ya mayores intentan retomar una relación de juventud que se malogra ante la poca valentía de una de ellas que no quiere arriesgar la seguridad de lo conseguido al vivir su verdadera orientación sexual. Avant que j’ oublie nos cuenta la historia de un hombre de 58 años atrapado en el pasado que gracias a un trabajador del sexo da rienda suelta a sus deseos ocultos. En Gerontophilia de Bruce la Bruce, a la que se le dedica un texto más amplio en este mismo número, el protagonista es un joven que siente pasión por los hombres viejos.

Una de las historias del film mexicano de Sergio Tovar Cuatro lunas es la de un anciano a punto de jubilarse que decide contratar los servicios de un joven trabajador del sexo para salir momentáneamente del armario y lo que implica de renovación y aprendizaje para el joven la relación con él mismo. Ferfiakt este drama húngaro de Károly Esztergálios vuelve a explotar el tema de los gigolos, algo muy recurrente en el cine gay de la tercera edad. La hispano alemana Manjar de amor dirigida por Ventura Pons incide en la relación maestro/discípulo y en la atracción sexual por el ídolo aunque este sea viejo. En La Virgen de los sicarios, novela del colombiano Fernando Vallejo, que fue llevada al cine por Barbet Schroeder, la atracción sexual hacia los adolescentes se ve imbuida en un mundo de violencia y muerte. Beginners con guión y dirección de Mike Mills nos habla de un hijo que recuerda como su padre salió del armario con 75 años y 40 de matrimonio heterosexual. En El exótico Hotel Marigold un grupo de ancianos se ve atraído por una maravillosa oferta de vivir sus últimos años en un hotel de lujo en la India que acaba siendo un montón de ruinas. Uno de los ancianos es un juez que abandonó la india de joven dejando atrás a su amante, otro hombre al que desea volver a ver. “No hay pasado que podamos traer de regreso con nuestros anhelos, solo un presente que se construye y se recrea cuando el pasado se retira”

Sin pretensión alguna de completar un listado exhaustivo de obras que abordan la vejez LGTB en el cine, a la vista de estos títulos parece obvio que este ha sido un tema más recurrente de lo que cabría esperar a primera vista; habida cuenta, sobre todo, de la asociación de ideas que, a veces, demasiado gratuitamente, vinculan el cine LGTB con valores comerciales que raramente van unidos al compromiso social.

La visibilización de la vejez, simplemente como un estadio más de la vida, en el que los personajes viven con más o menos dificultad su día a día, tal vez no sea una temática que se preste excesivamente al éxito comercial en una sociedad en la que la juventud se considera un bien preciado y deseado. Puede, incluso, que también el cine sea otro campo más en el que las viejas y los viejos no interesen demasiado por razones comerciales derivadas de su relativamente bajo poder adquisitivo, cuando el vigente sistema de márketing y publicidad pone a las y los jóvenes en el centro de atención.

Sin embargo, no faltan ejemplos de buen cine que abordan esta temática desde enfoques variados, que van desde la comedia hasta el drama. En nuestras manos está aprovecharlo para enriquecer la visión que tenemos sobre nuestro propio colectivo y para contrarrestar la visión estereotipada que demasiadas veces se proyecta de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.

Vicente Sáenz