2013 ha sido el año del triunfo de la cinematografía LGTB en los festivales más importantes. En Cannes brilló con luz propia  llevándose la Palma de Oro, la que es, sin lugar a dudas, una de las mejores películas del año, La Vida de Adele de Abdellatif Kechice. Por este festival pasaron también, Opium de Arielle Dombasle y El desconocido del lago, de  Alain Guiraudie, que además de obtener el premio Queer Palm se fue con el de mejor dirección en la sección Un certain regard. Más recientemente, y en el Festival de Sevilla, acabó recibiendo el máximo trofeo, la Giraldilla de Oro. El festival andaluz sirvió además para presentar la última película de Antonio Hens La partida, una historia llena de aristas de amor masculino ambientada íntegramente en La Habana.

En San Sebastián fue el canto contra la intolerancia de génesis latina, Pelo Malo de Mariana Rondón, quien recibió la Concha de Oro. Y Barcelona una noche de verano de Jordi de la Orden, triunfó en Extremadura por su conmovedora historia de amor entre dos futbolistas del Barça marcado por el riesgo profesional de declarar u ocultar lo que sienten en un contexto homófobo, En Moscú, contra todo pronóstico, la incuestionable película holandesa Matterhom de Diederik Ebbinge salió victoriosa merced a público y críticos para, nuevamente, en la Seminci de Valladolid ser recompensada con el premio al mejor director.

Allí, en Valladolid, se concedió un merecido reconocimiento a una obra que, no por ser de corta duración, resulta menor, Inside the box del director salmantino David Martín-Porras y la productora vallisoletana Elisa Lleras, ambos afincados en Los Ángeles y dedicados a tratar críticamente la problemática del sida en los Estados Unidos.

Una denuncia, de la “leyes que criminalizan a los portadores de VIH sin tener en cuenta en absoluto las vías de transmisión”. En algunos de los estados de EEUU las personas seropositivas pueden ser condenadas a cárcel por exponerlo a otras personas. ”No se condena a alguien por escupir en la calle, sino por escupirle a otra persona. Su saliva está considerada un arma mortal en Texas, Arkansas, Iowa y otros estados del Centro y del Sur, los más conservadores, en virtud de leyes de los años 80 promulgadas durante la histeria por la pandemia del Sida que se han quedado obsoletas”.

El metraje, Premio de la Noche del Corto Español de la SEMINCI, de 15 minutos de duración, es el embrión de una futura película en la que ya están trabajando que se titulará A Texas Story.

Rodado y producido íntegramente en EEUU, mediante crowfunding, Inside the Box ha logrado aglutinar en su reparto a los actores televisivos Wilson Bethel, Summer Glau y Regina King, actriz principal de la serie Southland. Cuenta la historia de Matt,
un policía de Texas que se ve envuelto en una trama de mentiras ante el acecho de la fiscal del distrito.

No es la primera vez que Martín Porras y Lleras abordan el tema para la denuncia, ya que de hecho en su anterior obra, Ida y vuelta con Antonio Azorín y María Conchita Alonso, como protagonistas, abordaron estos jóvenes cineastas el problema de viajar a los Estados Unidos si eras seropositivo, afortunadamente ya superado. La trama se centra en la aduana de un aeropuerto estadounidense situando a una madre y su hijo ante una situación extrema. Atrapados en un pasado de medias verdades, ha llegado el momento de confesarse.

Puedes verlo en:

http://cultura.elpais.com/cultura/2009/11/30/videos/1259535603_870215.html