Abandonados en un país homofóbico.

Hace dos años, escapé de mi casa en Irán porque ahí podían CONDENARME A MUERTE sólo por ser gay.
Recorrí un largo camino hasta Australia, convencido de que ahí estaría a salvo. Sin embargo, las autoridades de inmigración australianas me deportaron.
Me enviaron a la isla de Nauru, un país en el que ser gay es ilegal, y ahí me abandonaron.
Pídele a las autoridades que me saquen de este infierno y me lleven a un lugar seguro en Australia.
En Nauru conocí a Ashkan, que también escapó de Irán, y nos enamoramos. Estamos muy felices por poder acompañarnos, pero la pesadilla está lejos de acabar: nos han golpeado brutalmente en la calle sólo porque somos homosexuales.
No sé por qué Australia no nos acepta. Nuestra petición no ha sido suficiente, y por eso te pido que te nos unas:
El sistema de detenciones de Australia es pésimo para todos, no sólo para Ashkan y para mí. Las políticas para refugiados de ese país son terribles y violan derechos humanos básicos.
Australia está ejerciendo presión para integrarse al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que en este momento se encuentra reunido. Una manifestación masiva por mí y por Ashkan podría lograr que el horrible problema de los refugiados en Australia reciba más atención y así obligar al gobierno a ponerse las pilas.
Por mi bien, el de mi pareja y el de otros refugiados que deben enfrentarse a la violencia y la discriminación porque Australia no los acepta, pídele al Primer Ministro de Australia Malcolm Turnbull que nos lleve a un lugar seguro.
Nima, el equipo de All Out, y Human Rights Law Centre en Australia