El flamenco ha estado durante mucho tiempo denostado por haberse convertido en referencia de la España conservadora y porque fue utilizado por el franquismo para ofrecer una imagen que poco o nada se correspondía con la realidad. Sin embargo, y sobre todo durante la última década, el flamenco se ha abierto en un abanico de posibilidades que está consiguiendo atraer a gentes de toda condición, procedencia e ideología. A este impulso ha contribuido que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo declarase Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2010.

Sobre sus orígenes no hay nada claro, pues carecemos de referencias escritas. El único dato conocido, y por transmisión oral, es que se trata de un arte muy antiguo cuyo epicentro se halla en Andalucía, en la rivera del Guadalquivir, y que en él se dan cita numerosas influencias de culturas muy diversas. Algo que no sorprende en la medida que por esa tierra pasaron varias civilizaciones y culturas: fenicios, griegos, cartaginenses, romanos, judíos, musulmanes, godos y gitanos.

Como cualquier arte requiere de dos ingredientes: técnica, que en este caso es sumamente compleja y rica; y sentimiento (el alma flamenca). Existen más de cincuenta “Palos” cada uno de los cuales tiene su propio ritmo, su armonía, y si son bailables, sus movimientos particulares. Sintéticamente se puede hablar de dos estilos básicos, aunque todos no sean fácilmente catalogables:

– Flamenco Jondo, que expresa sentimientos profundos y con frecuencia trágicos. Aquí se tratan temas como el amor, el desengaño o la pena, y se baila con una expresión muy profunda e intimista. Es por ello que es el estilo más difícil de comprender para el común de los mortales.
– Flamenco Festero, que es como indica su nombre, un arte más alegre. Los temas tratados son animados, aunque también versen sobre el amor y los sentimientos, a veces evocando lugares, fiestas y escenarios flamencos, o situaciones cómicas. En este ámbito hallamos por ejemplo, las sevillanas, la rumba, los tanguillos, las bulerías y las alegrías.

Pero además, y es lo que nos vamos a centrar, en el flamenco existe una parte muy desconocida que nada tiene que ver con sus características propias sino con sus protagonistas y con su público. La existencia de un conjunto cada vez más representativo y numeroso de artistas abiertamente LGTBI, así como un público creciente que pertenece a estos colectivos. Según Farruquito, “hoy los hombres mueven las manos más que un abanico y las mujeres zapatean como locas. Todo al revés”. Sin embargo no es sencillo encontrar referencias escritas detalladas al respecto. Como excepción pudimos leer un breve reportaje en la web de Chueca bajo el título El lado más gay del flamenco, que pretendemos completar y actualizar.

Para hacerlo vamos a tener presente también las dos variantes que presenta: música y baile. En la música, el cante y la guitarra constituyen su parte central, aunque existen otros instrumentos (como la percusión) y acompañamientos (como las palmas) que normalmente están presentes y juegan un papel destacado y reconocible. El baile, por su parte, es expresión en estado puro, y exige coordinar los movimientos de cada parte del cuerpo: desde los pies, a las manos, la posición de la cabeza o del talle…

RAFAEL AMARGO “No me considero un icono gay, pero serlo me pondría cachondo”.
Amargo es un ejemplo de ambigüedad a la vez que una de las figuras más internacionales del flamenco. Le han perseguido los rumores en las páginas rosas sobre su orientación sexual hasta que decidió romper su silencio al respecto, declarándose bisexual: “no pienso morirme sin haberlo probado todo”. “Yo soy un hombre que me enamoro. Si mañana me enamoro de ti, que eres un hombre, pues me enamoro. Uno nunca puede controlar sus sentimientos, aunque sepa lo que le gusta. Lo que a mí me gusta nunca te lo voy a contar, pero no me importa contarte lo que siento. Por eso yo nunca he tenido ningún problema en posar para revistas gais.” El bailaor que ha incorporado tendencias coreográficas cercanas a la danza contemporánea, tras su paso por la escuela de Martha Graham en Nueva York, obtuvo uno de los cuatro Max de teatro que ha conseguido con su homenaje al poemario de Lorca en la representación Poeta en Nueva York, además ser elegido como el Mejor espectáculo de la Década.

ANTONIO CANALES, “el más maricón de todos”.
Este afamado bailaor sevillano desveló algunas intimidades de Amargo, atreviéndose a decir en público que era “el más maricón de todos”. Unos años después, en 2011, él pasó a ocupar el centro de la polémica por las imágenes que sacó a la luz el programa ‘DEC’ de Antena 3, canal que finalmente decidió no emitir la parte más comprometida, para respetar la intimidad del artista. En concreto censuraron el momento en el que el sevillano practicaba una felación a su novio en una playa de Sitges. “Tuve que reunir a mi familia y dar explicaciones. Ser bisexual no es nada malo, pero la gente cree que somos unos viciosos. La bisexualidad es mucho más potente que la homosexualidad o la heterosexualidad porque es más común, pero la gente no quiere mirarse al espejo y verlo. Malen, mi mujer, lo sabía cuando se casó conmigo. Pensé un suicidarme y he tardado casi cuatro años en remontar, pero ahora estoy en mi segunda juventud.”A finales de los noventa volvió a sorprender, si bien en esta ocasión artísticamente, al interpretar a la protagonista femenina en La Casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca dirigida por Lluis Pasqual. Pasqual es posiblemente quien con más lucidez y talento ha llevado las obras del poeta a los escenarios de todo el mundo. Ha publicado este año 2016 su primer libro titulado De la mano de Federico (Arpa Editores). “Gonzalo Canedo, mi pareja, que murió, era editor. Y cuando Joaquim Palau me pidió que escribiera unas memorias, era un poco como si estuviera recogiendo el testigo de Gonzalo, que me decía que un día tendría que escribir algo sobre Lorca”.

MIGUEL PÓVEDA, padre soltero y combativo.
El cantaor Miguel Póveda, nacido también en Barcelona -aunque se crió en Badalona-, decidió salir del armario en 2015 tras conseguir ser padre mediante gestación subrogada en California (Estados Unidos), donde a diferencia de España es legal. “En el flamenco ha habido gais desde que el mundo es mundo. La gente tiene que amarse, que quererse, que disfrutar del arte, de la vida. Los seres humanos están locos. Se matan, se pelean, se discriminan, se apalean porque a un chico le gusta otro chico, o porque a una chica le gusta otra chica”, declaró a El Periódico. Cree en la cultura y en la educación como motor para cambiar el mundo, y en la justicia. Por ello anunció públicamente que abandonaba la peña flamenca “Enrique El Mellizo” de la cual fue nombrado socio de honor, por haber recibido insultos homófobos de su presidente, que le llamó “pedazo de maricón”. “No es de recibo que en pleno siglo XXI se hagan este tipo de insultos que ensucian la imagen del Flamenco y entorpecen el camino a la tolerancia”. Ha considerado que “este tipo de personajes”, en referencia al presidente de la peña, Antonio Benítez, “no pueden representar al mundo del Flamenco ni desde una peña ni un Festival”, por lo que le ha llevado además a los tribunales. El título de su último álbum es Sonetos y Poemas para la Libertad,  un disco de amor con todas sus letras en mayúscula y, como el arte de Póveda, en estado de gracia.

MAITE MARTÍN, “Nunca me he tenido que meter en el armario”.
Barcelona es la cuna de un sinfín de artistas internacionales del arte flamenco. Entre otros, el lugar donde nació Mayte Martín cuya aparición fue un revulsivo en el panorama flamenco catalán. A sus dotes indiscutibles de cantaora se unen las de buena guitarrista y compositora. En su repertorio incluye su pasión por otros estilos y la fusión enriquecedora. Como ejemplo, su trabajo en compañía del desaparecido pianista de jazz Tete Montoliú, un brillante álbum de boleros. O su De fuego y agua, un disco elegante con las hermanas Katia y Marielle Labèque, dos pianistas clásicas, tan inclasificables como ella. Como mujer y lesbiana, lo tiene claro: “No me he ocultado jamás. Eso de salir del armario me hace gracia. ¡Si yo no he entrado nunca! Si se me quedan mirando por la calle nunca pienso que lo hacen por ser lesbiana o porque le doy un beso a otra chica. De esas cosas también tenemos la culpa los homosexuales. (…) Es que hay un punto de automarginación que no me gusta. El hecho de que tengamos que besarnos en los bares de ambiente, escondernos es medio absurdo. La gente no acepta esas cosas porque no las ve. El homosexual también es responsable de ganarse su respeto. Si nos besáramos más en la calle y en los parques, la gente se acostumbraría y no pasaría lo que pasa”. Martín ha conseguido hacerse un hueco en el masculino mundo flamenco por méritos propios.

BUIKA- El arte de vivir sin miedo
En Mallorca nació María Concepción Balboa Buika, conocida artísticamente por su segundo apellido. Hija del ex político y escritor guineano Juan Balboa Boneje, encontró en la comunidad gitana del barrio donde se crió, en la capital balear, su modo de expresión para salir de la marginalidad y la pobreza a través del flamenco. En 2009 salió a la venta su disco El último trago, un homenaje a la ínclita cantante lesbiana Chavela Vargas y a Bebo Valdés en sus 90 cumpleaños, que le valió su primer premio Grammy al mejor álbum de música tradicional tropical. En 2015 aparece su último disco bajo el expresivo título Vivir sin miedo, una obra con canciones en castellano, en inglés y mezcla de ambos. Es intérprete y compositora de todas las piezas con influencias rap, folk, flamenco y dubsteap aderezadas con su reconocible y particular voz. Sobre la letra del tema que da título al álbum dice “fue el primer paso hacia este disco de descaros, porque el álbum está lleno de descaros. En ella reivindico seguridad sobre uno mismo. A veces sentimos que ya llevamos demasiados años viviendo según el formato de lo que nos dijeron que éramos. Y con los años eso puede ser un poco molesto. En este tema quise amplificar la seguridad en nosotros mismos que a veces tumbamos por tener demasiada fe en lo que nos dicen los demás.(..) Es un mensaje claro y necesario, sobre todo cuando uno madura. Es imposible huir de uno mismo. No puedes escapar. Puedes huir lejos pero nunca de ti. Por eso siempre es mejor echarle cara a la vida y enfrentarte a los miedos. Uno ha de cargar con el peso de su responsabilidad”. Buika lo tiene claro:”Soy bisexual, trifásica y tridimensional”. Punto y aparte.

DAVID BASTIDAS y VÍCTOR BRAVO, Voz y cuerpo
David es un cantaor flamenco y como productor dirige Flamencomotora, a través de la cual impulsó en 2012 el espectáculo que aborda la homosexualidad en el mundo del flamenco Hombre a hombre, con un guión de Carlos Escolástico y bajo la dirección del cineasta Antonio Naharro. Precisamente su copratogista era el Niño de Elche. Dos “osos” cantaores acompañados por un bailaor y un guitarrista griegos. Una obra que solo se llevó dos veces a escena. La primera en el Guadalkibear, y la última en el festival de cine gay de Bilbao, Zinegoak. En ella se representaba la historia de dos hombres tratando de entregarse al profundo amor que sienten el uno por el otro. No obstante, para alcanzar ese sentimiento, tendrán que vencer un espinoso obstáculo: la fuerza de su propio carácter. Todos hemos sentido alguna vez la inevitabilidad del destino que nos obliga a caer una y otra vez en la misma trampa. Todos hemos pasado alguna vez por el dilema de no poder vivir con la persona que amamos pero sin esa persona tampoco. En la actualidad Bastidas ofrece acompañado del bailarín y también Director de Baile del Museo de Baile Flamenco en Sevilla, Víctor Bravo, el espectáculo Voz&Cuerpo. En un mensaje en su página de Facebook el 28J, día del orgullo LGTBI de 2015 Bravo decía lo siguiente: “Esperando que el mundo algún día pueda llevar esa magnifica definición. Donde no haya razas, etnias, color de piel o tendencia sexual. Nadie somos iguales por ser especiales pero los derechos se denominan humanos.¡Feliz día a todos los que luchan por derechos que deben tener!”

NIÑO DE ELCHE, las etiquetas son para la ropa.
Niño de Elche se presentó a un concurso de tarantas en Linares, con tan solo 19 años, cantó Soleá del amor prohibido, con textos de Manuel Gerena y Nach. “Canté ‘Antonio y Manuel se aman entre los pinos del monte, viven en la libertad y su amor no lo esconden’, ¡imagínate lo que fue hacerlo en un concurso así!”. Igual que lucha contra que se utilicen ciertas etiquetas para definir su música (“porque crean prejuicios”), tampoco las quiere para que se le defina en función de su sexualidad. “La teoría queer me ha ayudado mucho en ese sentido. Una etiqueta nunca es fiel a las acciones, es absurdo utilizarlas. Y en cuanto a prácticas sexuales, hablar de gay, bisexual… Quien tenga la necesidad, que se defina así, a mí no me ha hecho falta hacerlo. Autodefinirse muchas veces es imposible”. Y plantea: “Si soy gay, cuando mantengo relaciones con una mujer, ¿qué soy? Cuando masturbo a un hombre pero a la vez una mujer me hace una felación, ¿qué soy? Y si me acuesto con un trans, ¿dónde te colocas? En el mundo en que utilizas una etiqueta, trazas una línea que no tiene que ver con cómo yo vivo mi vida”. Aunque tampoco asegura que de ese agua no beberá. “A lo mejor, dentro de unos años, si tengo una pareja estable me establezco en una etiqueta”. De momento, el adjetivo que mejor le define sexualmente, según comenta, es “aleatorio”.

RAQUEL VILLAR, Libertad de amar
Ese es el título del espectáculo y del disco que esta madrileña, de voz cálida y seductora, produjo en 2011 para reivindicar el respeto y la tolerancia. En él da cuenta de diferentes situaciones de la vida de una pareja lesbiana y de una pareja gay. A través del cante y del baile se abordan diferentes palos del flamenco para escenificar los momentos claves de su historia de amor, al mismo tiempo que se defienden los derechos de las parejas del mismo sexo que, como cualquier pareja, tienen distintas etapas emocionales en el curso de la vida. Bajo la dirección de Esteban Delaparis, Raquel es la voz a la que acompañan José Sisón a la guitarra, Chico Duran a la percusión, Pavel Sakuta al violín, y los bailaores Francesco Bucchi y Carlos Sancho. Un elenco de primera para una hora y media de arte reivindicativo que contó con el apoyo de la FELGTB. Entre lirios y azahares es su nuevo disco que recoge el flamenco más tradicional impulsándolo a la más pura sensación del flamenco del siglo XXI.

FALETE- Soy lo prohibido
Rafael Ojeda Rojas, es el cantante sevillano conocido artísticamente como Falete, que debutó en el Teatro Lope de Vega la capital andaluza con tan solo 17 años cantando para La Chunga. Se atreve con coplas, rancheras, boleros y, por supuesto, con el cante flamenco. Es hijo de una familia de artistas -su padre Falín era miembro destacado del grupo Cantores de Híspalis-. “En mi casa la homosexualidad era algo de lo más normal del mundo. A mi padre, por ejemplo, no tuve que decirle nada. Y mi madre solo le dije un día: “mamá, me gusta un niño del colegio”. Y ya está. Nunca di explicaciones porque nunca sentí rechazo por parte de ellos. Cuando la evidencia es, lo demás sobra. Y yo siempre he sido muy evidente. Tengo la suerte de tener una familia ejemplar, muy guay.” Casado en secreto en 2015 con el músico puertorriqueño Omar Dalí, años antes fue víctima de un timador que le robó también el corazón. Siempre maquillado, con frecuencia portador de pañoletas y faldas largas, con sus moños altos, joyería y manicura siempre perfecta, es el máximo exponente de la androginia flamenca. En una entrevista le preguntaron si le tenían que tratar en masculino o en femenino, a lo cual respondió con total seguridad y firmeza, que tenía capacidad para responder como ambas. Este año acaba de estrenar en Madrid su nuevo espectáculo bajo el título Soy lo prohibido, acompañado por Alberto Bocanegra, uno de los mejores pianistas del flamenco actual, y de José María Viñas, uno de los bailarines con mayor proyección del panorama. “Cuando caminas con paso firme y seguridad como yo, nada ni nadie te puede prohibir. Las limitaciones te las pones tú, no la sociedad. Ahora tengo salud, trabajo, amor y un público que me adora y una familia que me ama y amigos que van conmigo hasta el final.” Tanto es así que se ha planteado inclusive adoptar dos niños pero reconoce: “mi vida es una maleta y a los hijos hay que dedicarles el máximo tiempo para que sean fuertes en la vida.”

PITINGO y MARTIRIO
De hermanos y homenajes El peinado peculiar de Pitingo y las peinetas de Martirio, nos conducen a mencionar a otros dos artistas que han mezclado a la perfección el flamenco con el soul en un caso, y con la copla, el jazz y la música latina en el otro. Ambos además se convirtieron rápidamente en iconos gais. Él, Pitingo encantado de serlo y orgulloso de que su hermano pequeño, Ismael Álvarez, ilustrador, diseñador y dibujante de cómic, muy popular en el ambiente gay madrileño, pueda vivir su sexualidad y expresarse con libertad. Ella, Martirio, fue en los ochenta una artista que revolucionó la imagen de las flamencas con sus mantillas coloristas, sus alucinógenas peinetas y sus gafas oscuras y glamurosas, quejándose con humor de que los hombres se pasaban en masa a la otra acera (La noche es guy). La cantante travestida de folklórica en 2013, junto a su hijo el guitarrista Raúl Rodríguez, nos ofreció un disco en homenaje a la gran Chavela Vargas: De un mundo raro. Cantes por Chavela (2013). Sobre la cantante mexicana señalaba que “vivía su sexualidad con naturalidad, que a mí me parece la única manera de reivindicarla, sea del lado que sea. Solo había que estar con ella para ver que no tenía ninguna impostura, todo era llano y verdadero. Buscaba el amor desde que era bien pequeña y en torno a ello construyó su repertorio. Eso marcó sus canciones, tanto el amor que no tuvo en su infancia como la aceptación y comprensión frente a su orientación sexual.”

Así es el flamenco: mezcla de culturas, de lo tradicional y de lo moderno, del machismo y de la liberación, de la ambigüedad sexual y de la virilidad. Caracoles, volantes, sudor, ayeos, taconeo y desnudez, tanto de cuerpos como de almas.

 

Keiko Miyazaki
Profesora de danza flamenca y musicóloga