Bruce laBruce (Canadá 1964) ha sido considerado a lo largo del tiempo como el “enfant terrible” del cine canadiense. Artista, director, escritor y fotógrafo de moda y pornografía intenta desestabilizar las nociones tradicionales de la homosexualidad y la identidad de género a través de su obra. A mediados de los años 80 sus primeros trabajos en Super8 y la edición de fancines punk ayudaron a sentar las bases del movimiento Homocore en Canadá, muy crítico con lo que consideraba aburguesamiento del movimiento gay en occidente.
En 2012 en la galería La Fresh de Madrid presentó una exposición de fotos de temática eróticoreligiosa titulada Obscenity en la que participaron como modelos Alaska, Mario Vaquerizo y Rossy de Palma entre otros y provocó bastante polémica. Pocos días después de su inauguración sufrió un ataque vandálico con el lanzamiento de un cóctel molotov que por suerte no llego a arder.
Es difícil definirlo y conseguir un retrato fidedigno. Su verdadero nombre es Justin Stewar. Su seudónimo Bruce LaBruce, viene a significar algo así como Marica La Marica, toda una declaración de intenciones. Un director que mezcla conceptos como porno, homosexualidad, arte bizarro, punk, terror y masoquismo es todo un reto tanto para la crítica como para la antropología.
El artista que asegura que el “futuro es porno”, tiene una filmografía muy variada, desde una de zombies sádicos y hambrientos, Otto, Or, Up, Whit Dead People pasando por sus primeras películas en super8. Algunos largometrajes protagonizados por el mismo son No Skin Off My Ass en la que interpreta a un peluquero obsesionado con los skinheads, la autobiográfica Super 8 ½ o Husler White, versión punk de Sunset Boulevart de Billy Wilder.
Otra de zombies es L.A. Zombie. En ella el actor porno francés Francois Sagat interpreta el papel de un zombie extraterrestre que emerge del océano y practica sexo con cadáveres que va encontrando en la ciudad de Los Angeles con el fin de traerlos de vuelta a la vida. No deja de ser paradójico que en países como Australia que no tiene problemas en proyectar películas que muestran crudamente violaciones y desmembramientos de mujeres, no tengan estómago para proyectar esta película que a fin de cuentas se limita a reafirmar la vida.
En 2013 hemos podido ver Gerontophilia, uno de sus últimos trabajos. Nos cuenta la historia de Lake, un joven canadiense que disfruta de un año sabático antes de recomponer su incierto futuro académico. Comienza a trabajar en una residencia de ancianos gracias a su madre. Allí conoce al señor Peabody, un octogenario del que se enamora rápidamente a golpe de encuentros clandestinos en la habitación del paciente mientras en paralelo, sobrelleva su relación con Desiree, su novia. La incertidumbre mental en la que cae Lake es intensa pero breve. Sin embargo, velozmente es capaz de aclarar sus sentimientos y se deshace del sentimiento de culpa por relacionarse con un hombre mayor.
Tras aceptar la situación el chico opta por dejar de esconderse y realizar aquellos actos anteriormente teñidos de ocultación para adoptar la normalización y es aquí donde surge el conflicto.
Hay que decir que es una película diferente dentro de su filmografía. Si bien no es sexualmente explícita LaBruce adapta su tradicional tema del tabú sexual y las parafilias en una película más digerible para un público general. En principio Lake iba a ser menor de edad pero tuvo que hacer que el personaje tuviera 18 años para que los productores aceptasen el proyecto. Inicialmente iba a ser protagonizada por Xabier Dolan, el jovencísimo director canadiense que ha triunfado en Cannes con Laurence Anyways o Mommy, aunque finalmente no pudo ser por problemas de agenda. Es su película más comercial y ha sido estrenada en los circuitos habituales de cine en diferentes países. No ocurre así con el resto de su filmografía la cual ha podido ser vista exclusivamente en festivales de cine de terror, cine gay…
Algo que verdaderamente llama la atención en esta obra es que partiendo de un tema que a priori presenta claros tintes escabrosos, la relación afectiva y sexual entre un adolescente y un octogenario, negro para más inri, Bruce consigue presentarnos un clásico melodrama romántico tras cuya visión hasta el público más conservador puede salir con una sonrisa de las salas de cine.
Para aquellas personas que piensan que Gerontophilia es una película light, el director dice que esta no les defraudará ya que ha rodado una bonita corrida en ella. LaBruce en estado puro. Lo último que ha rodado es una versión cinematográfica de la ópera de vanguardia Pierrot Lunaire de Arnold Schoenberg. Su versión presenta a Pierrot como una mujer transexual de hombre y seguro que será controvertida.
Juanjo Arín
Artículos Relacionados
Eman izena Gehituren Whatsapp taldean
Gure ekintzen berri izan nahi Whatsapp bidez? Zure mugikorreko kontaktuetan Gehituren zenbakia sartu 607 829 807 eta bidali ALTA hitza eta IZEN-ABIZENAK, hedapen-zerrendan sar zaitzagun. Mezu horiek jasotzeari utzi nahi izan ezkero berriz, bidali BAJA hitza.