Todos admitimos que el desarrollo de las tecnologías de la información nos ha facilitado el acceso a una cantidad ingente de recursos. Aquella información que hasta hace un tiempo era escasamente conocida o nos resultaba de difícil consulta se halla hoy en día nuestro alcance con solo pulsar clic.

A pesar de este innegable avance, la explosión informativa ha comportado en muchas ocasiones inconvenientes que entorpecen la calidad o adecuación de la documentación que recuperamos. Un exceso de oferta nos puede abrumar, darnos la sensación de estar perdiendo el tiempo o confundirnos al recuperar documentos escasamente pertinentes o de dudosa calidad o fiabilidad.

Frente a la obligación de seleccionar aquella información más adecuada a nuestros intereses surge la necesidad de desarrollar habilidades que nos faciliten el movernos entre las múltiples posibilidades que se nos ofrecen. Para ello necesitamos conocer qué recursos tenemos y cómo interrogarlos.

Aunque esta tarea de planificación de nuestras búsquedas de información pudiera de entrada parecernos ajena se trata de una operación que llevamos a cabo de manera habitual, aún sin ser a veces plenamente conscientes de ello.

Una actividad tan agradecida como es la preparación de nuestras vacaciones nos demanda poner en funcionamiento mecanismos de búsqueda y selección de información y nos ofrece un ejemplo de la importancia y beneficios que ello comporta. A la hora de organizar las vacaciones debemos elegir nuestro medio de transporte o ruta a seguir, conseguir alojamiento, planificar nuestras actividades de ocio y seleccionar los lugares turísticos a visitar.

Para ello recurriremos a diversas fuentes de información, virtuales, analógicas o personales y seleccionaremos aquellas que por experiencia o referencia sabemos que nos van a resultar más útiles. De esta manera:
•    Contactamos con profesionales (agencias de viaje u oficinas de turismo) o personas que puedan aportarnos su experiencia (foros de viajeros o conocidos que nos puede sugerir un lugar a visitar o aconsejarnos un alojamiento)

•    Identificamos las fuentes de referencia más pertinentes: guías de viaje de aquellas colecciones editoriales que mejor se adaptan a nuestra manera de concebir el viaje (cultural, gastronómico, aventurero, de presupuesto restringido…), Revistas especializadas, manuales de conversación para comunicarnos en lenguas extranjeras, mapas de carreteras…
•    Consultamos aquellas webs que sabemos que nos aportan la más completa y fiable información para gestionar el viaje, elegir alojamiento o conocer los requisitos legales de entrada y recomendaciones sanitarias o de seguridad: portales de hoteles, buscadores de vuelos; webs oficiales de turismo de los lugares a visitar…
•    Leemos una novela o vemos una película o documental que transcurre en nuestro lugar de visita para ambientarnos y, para ello, visitamos una librería o acudimos a nuestra biblioteca pública para conseguirlo.

Esta tarea en la que hemos identificado nuestras necesidades o intereses y localizado aquellos recursos que pueden proporcionarnos las mejores respuestas o facilitarnos acceso a los recursos documentales reflejan en esencia el mismo proceso de búsqueda de información que seguiremos en el momento de abordar la tarea de documentación frente a un ejercicio académico.

Con el objetivo de mostrar la necesidad de dominar los recursos documentales a nuestra disposición este primer apartado del módulo tiene un carácter eminentemente auxiliar e intenta proporcionar aquellos recursos que resulten más útiles a la hora de localizar información y documentación especializada en VIH/sida y aspectos legales que ayuden a realizar aquellas tareas que se propongan en otras secciones del curso.

En este punto se intentan alcanzar diferentes objetivos:
•    Sensibilizar sobre las ventajas que reporta la preparación de las búsquedas informativas.
•    Conocer los recursos informativos y documentales a nuestro alcance, tanto aquellos generalistas como aquellos especializados en nuestro ámbito de estudio.
•    Adquirir sencillas estrategias y rutinas que nos permitan optimizar la búsqueda de información, ahorrando tiempo y mejorando la precisión y calidad de los resultados.
•    Identificar aquellas características de la información que nos permitan valorar su idoneidad (calidad, actualidad, fiabilidad, adaptación a nuestro nivel de especialidad…).
•    Reconocer la existencia de fuentes informativas alternativas a los formatos digitales consultables por internet y de servicios personalizados a los que dirigirnos para hacer llegar nuestras demandas informativas.

En esta sección se propone un recorrido sobre la búsqueda de información y documentación que transita desde aquellos recursos más generales (como Google , insistiendo en la necesidad de explotar las opciones avanzadas que el buscador pone a nuestra disposición), pasando por recursos circunscritos al ámbito académico (bases de datos y otros buscadores) y especializados en VIH/sida (organismos oficiales y de la administración, mundo asociativo y centros de documentación) y en derecho (bases de datos sobre legislación y jurisprudencia), hasta llegar a aquellas fuentes especializadas estrictamente en el ámbito del VIH/sida y sus aspectos legales.

Finalmente recordad que tenéis a vuestra disposición los servicios de la biblioteca de Sida Studi tanto para la búsqueda libre de documentación como para el uso del servicio de referencia cuando deseéis recibir atención personalizada en el proceso de búsqueda de documentación.

Víctor León Gámiz
Responsable del Centro de Documentación de Sida Studi.