¿Cuál es la idea que tienes acerca de una persona vieja? ¿Qué lugar crees que ocupa en la sociedad? ¿Cómo imaginas un día de esa persona? ¿Ha deseado? ¿Qué deseó?
Consideramos que las respuestas a estas preguntas a veces pierden de vista que en un mundo capitalista globalizado donde las relaciones sociales son determinadas por la capacidad productiva de las personas (los viejos y las viejas), no responden a los tiempos productivos impuestos por el mercado de consumo. No obstante, este sistema de producción logra obtener ganancia de las viejas y los viejos a través diferentes dispositivos paternalistas construidos para ellas y ellos.
Asimismo, partimos de considerar que las relaciones sociales se encuentran atravesadas por múltiples representaciones sociales que fueron forjadas en un sistema patriarcal, androcéntrico y colonialista en las cuales se jerarquiza la imagen del varón, heterosexual, blanco, joven, exitoso, viril, cristiano, adinerado, etc. Podemos inferir que la vejez es caracterizada por oposición a este “ideal” y desde allí le son atribuidos ciertos mandatos tales como la ternura, la bondad, la abnegación, la inocencia, entre otros; junto a determinadas cualidades como ser abuela o abuelo, sabia o sabio, paciente, pasiva o pasivo, carente de deseo sexual, cercana o cercano a la muerte, etc.

Estas representaciones sociales se producen y reproducen desde un sistema heteronormativo, entendido éste como un conjunto de relaciones de poder a través de las cuales la sexualidad se normaliza y se reglamenta en nuestra cultura, y donde también las relaciones heterosexuales idealizadas se institucionalizan y se equiparan con lo que significa ser humano. Esto implica un prejuicio contra todos los géneros, puesto que este conjunto de normas sociales ejerce una presión que sirve para construir una sexualidad idealizada.

Habiendo tenido en cuenta que este sistema patriarcal, capitalista, heteronormativo y colonialista es constructor de representaciones sociales intentaremos generar una mirada del envejecimiento más crítica, y por tanto, más integral. Para esto proponemos entenderlo no como una etapa ni un proceso unidireccional, sino como un proceso vivencial con características culturales, sociales y fisiológicas, que pueden adquirir múltiples formas según los diversos géneros, clases y etnicidades.
Ahora bien, ¿qué lugar se le atribuye a la sexualidad y al deseo en las personas en proceso de envejecimiento? Ninguno. Si bien para el imaginario social estas personas no mantienen relaciones sexuales y/o sexo-afectivas, no desean, no se masturban, no se erotizan ni erotizan a otra u otro; en la realidad las viejas y los viejos pueden desear, pueden mantener relaciones sexuales y/o sexo-afectivas, pueden masturbarse y pueden erotizarse. De hecho, quienes logran dejar de lado, superar o deconstruir aquellos prejuicios, lo hacen.

Es un hecho que la norma heterosexual plantea a la sexualidad desde el binomio varón-mujer jóvenes, teniendo en cuenta a las personas en proceso de envejecimiento, ¿qué sucede con las sexualidades de las identidades de géneros autopercibidas? Las mismas son doblemente negadas puesto que el imaginario social niega, por un lado, la sexualidad deseante en la vejez y, por otro, una identidad sexual no heteronormativa. Se vuelve necesario poder pensar la construcción de nuevas miradas que posibiliten vivir libremente las sexualidades y los envejecimientos.

En el caso de Argentina desde el año 2012 existe una legislación que intenta establecer el derecho a la identidad de género de las personas. Sabemos que la reglamentación de la ley no implica una inmediata deconstrucción social de los prejuicios que le atañen a la misma, y esto dificulta su implementación; otro obstáculo para la garantía de este derecho en la población de viejas y viejos aparece al contradecirse con otras normas. Ejemplo de esto es la internación en instituciones de encierro que forma parte de las políticas públicas de PAMI* en materia de seguridad social, donde la intervención esta dada desde lógicas paternalistas y medicalizadoras que impiden vivir libremente la identidad de género autopercibida.

* PAMI: Programa de Asistencia Médica Integral dependiente del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados.   

Estas instituciones totales “[…] pueden definirse como un lugar de residencia y trabajo, donde un gran número de individuos en igual situación, aislado de la sociedad por un período apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina diaria, administrada formalmente”* .

*Goffman, Erving (1961), Internados. Ensayos sobre la situación social de los enfermos mentales. Buenos Aires, Amorrortu Editores.

Por un lado, uno de los objetivos de estas instituciones totales es arrasar con todos los sostenes simbólicos que le otorgaban entidad de pertenencia a las personas. Por otro, cortar todo tipo de interacción social con el afuera e impedir la externación de los residentes. Estos mecanismos totalizantes ideados por el estado capitalista conllevan a la pérdida progresiva de la subjetividad y de la autonomía siendo estos naturalizados y legitimados por la sociedad.
En este contexto de encierro la negación y la represión de la sexualidad a la que son sometidos y sometidas constituye no solo un hecho doloroso y traumático para ellas y ellos sino también una violación a los derechos humanos.
Nuestra intención es disputar la concepción hegemónica de vejez deconstruyendo los imaginarios sociales vigentes, para construir nuevos significantes que permitan habitar un envejecimiento libre, deseante y placentero.
Disputar para construir. Desmitificar para liberar.
 

Sandra Di Seri
Lesbiana, Militante feminista y Social. Investigadora (FTS-UNLP). Estudiante de la Lic. de Trabajo Social y Extensionista (U.N.L.P.)
lavidacolorprimavera@hotmail.com

Florencia González
Militante Feminista. Acompañante Terapéutica en procesos de envejecimiento. Investigadora (FTS-UNLP). Estudiante de la Lic. De Trabajo Social de la U.N.L.P
atflorenciagonzalez@gmail.com
flor_gonzalez22@hotmail.com

Macarena Martínez, Ma.
Acompañante Terapéutica en procesos de envejecimientos. Investigadora Estudiante de la Lic.
De Trabajo Social de la U.N.L.P.
maca2_7@hotmail.com